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“No es solo de quienes la bailan, la tocan o la interpretan, sino de quienes la piensan, es importante para pensar la realidad de nuestro país”, señala Claudia Serrano, socióloga experta en carranga, quien sostiene que la música carranguera podría entenderse como un resumen de la tradición de los juglares.
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Por su parte, el Tocayo Vargas dice que para él lo más importante de la carranga es el baile. "El ser carranguero es vivir alegre con lo que tenemos al lado, vivir alegre con la vida, con las vacas, con el campo, con los campesinos, reflejar alegría”. 
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Además, el músico señala que, para él, la carranga es la música del pueblo y el foforro (fiesta). Y a pesar de que ha migrado a otras regiones del país, su origen está en la celebración campesina.
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Parranda carranguera. Video: Cortesía Karina Carrillo

Este pensamiento es el que se ha expandido a lo largo del país con las diferentes canciones y artistas. Sin embargo, todavía hay una división notoria entre los géneros de cada región.

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Jorge Mario Vinasco, musicólogo y actual tiplista de la agrupación carranguera ‘Los Rolling Ruanas’, cuenta que durante el flujo y transformación de los géneros musicales, estos se fueron agrupando en las regiones. 

Video de los ritmos tradicionales de cada región de Colombia según Jorge Mario Vinasco. Video: Elaboración propia

Cada uno de estos ritmos, géneros y expresiones musicales se anudan en una cultura propia de cada territorio, que al final termina siendo un mismo grupo de tradiciones culturales dentro del conjunto país.

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La Ley 397 de 1997 señala que la cultura es “el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos, y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias”.

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Es decir, que cada uno de los ritmos a los que hace referencia Vinasco entrarían fácilmente dentro de la definición de cultura. Y por ejemplo, en el caso de la música carranguera, se encuentra, que “más allá de las artes y las letras” comprende el modo de vida de los campesinos; los derechos humanos, que en ocasiones se han visto vulnerados y la música lo reclama; los sistemas de valores, el canto al amor y al respeto que los carrangueros siempre señalan; y tradiciones y creencias que sin duda alguna se dejan ver en cada una de las composiciones.

Canciones carrangueras
Fragmentos de canciones carrangueras que evidencian sus costumbres, pensamientos y cotidianidad.Elemento gráfico: Realización propia.

Ahora bien, se tiene la certeza de que la música carranguera es género y es cultura, pero más allá del apoyo de los artistas, los campesinos y los demás consumidores, la entidad encargada de mantener vivas las prácticas que determinan la cultura en nuestro país es el Ministerio de Cultura.

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Con el fin de conservar los elementos que componen la cultura colombiana, se desarrolló la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, en la cual, según se expresa en la página web del Mincultura, se incluyen expresiones culturales que tendrán el apoyo del Gobierno Nacional para la creación de “un plan especial de salvaguardia, acuerdo social para la identificación, revitalización, documentación, divulgación y protección de las manifestaciones

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El artículo 4° de la Ley 397 de 1997, modificado por el artículo 1 de la Ley 1185 de 2008 señala que “El patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes materiales, las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana”.

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Dentro de dichas expresiones se encuentran elementos tales como la lengua castellana, las lenguas y dialectos de las comunidades indígenas, negras y creoles, la tradición, el conocimiento ancestral, las costumbres y los hábitos.

Y, en lo que respecta a los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble se encuentran a los que se les atribuye “interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico”.

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En el caso específico del Patrimonio Cultural Inmaterial, se habla de los usos, prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades, así como instrumentos, objetos, artefactos y los espacios culturales asociados con  las comunidades, los grupos, y en algunos casos, los individuos.

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Es decir, que, si se piensa la música carranguera como una compilación de géneros y ritmos ancestrales que vienen desde la época de la colonia, y que, además, refleja en sus letras el pasado campesino de Colombia, se podría asumir que hace parte de lo que se considera como Patrimonio Cultural Inmaterial de Colombia.

 

Dentro de las consideraciones del Gobierno Nacional ni la carranga, ni ninguno de los otros géneros mencionados están en el listado, por lo que no gozan de ningún tipo de ayuda para su preservación y se reduce a la tradición del pueblo y los ciudadanos en las diferentes expresiones artísticas que a la fecha se conservan. 

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Sin embargo, según Ruth Flórez Rodríguez, asesora del Ministerio de Cultura del departamento de Boyacá, "las expresiones culturales son patrimonio inmaterial, en cuanto son reconocidas como parte de la identidad de los grupos, son colectivas, están vivas.  El hecho de que no estén incluidas en una lista representativa de patrimonio de algún ámbito (nacional, departamental o municipal) no significa que no son patrimonio".

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Para que la Carranga o cualquier otro elemento sea incluido dentro del Listado se debe cumplir con lo establecido en el Decreto 2358 de 2019, dentro del cual se señala un procedimiento de postulación que debe completarse junto con los respectivos consejos de Patrimonio Cultural, participación comunitaria y concertación que pueda reglamentar el Ministerio de Cultura. 

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Infografía requisitos para ser patrimonio cultural inmaterial. Elaboración propia

Una conservación sin el Gobierno 

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Pese a que el género no es reconocido por el Ministerio de Cultura, tal como ha sido hasta el momento, es la labor del colombiano conocer sus raíces para poder preservarlas. 

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Jorge Mario Vinasco critica que  la música tradicional colombiana no sea vista por los ciudadanos como una bandera del arraigo a la nación a la que hacen parte. 

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Los bambucos están olvidados, pero un colombiano está en el extranjero, escucha ‘Soy Colombiano’ y empieza a llorar. En su cotidianidad puede que no escuche bambuco, pero lo ha escuchado sí o sí, por más que no lo tenga como su bandera. Se ha olvidado la identidad de la música tradicional colombiana sea de donde sea: si no quieres tomar tu música como bandera, nada te va a identificar”, concluye el tiplista. 

Jorge Mario Vinasco hablando sobre las raíces de la música colombiana. Fotografía: Propia
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Agrupación de música carranguera Campo Sonoro. Fotografía:  Cortesía Eduardo Villareal

Alberto Escovar, Director de Patrimonio del Ministerio de Cultura señala que para que exista una mayor apropiación del Patrimonio Cultural en el país, quizás haría falta “fortalecer las instituciones departamentales y municipales que la manejan y administran (...) y asegurar en estas instancias la participación ciudadana”. 

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Sin embargo, ¿cómo se puede fortalecer el cuidado de un género que no es tomado como Patrimonio Cultural Inmaterial? Mientras que esto sucede es el pueblo, dueño de su herencia y su música el que debe preservarla. El carranguero, que no es solo el que toca o baila, sino también el que piensa en su origen campesino. 

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Los carrangueros señalan casi en una voz unánime que esta música no es de “auditorio”, que hace parte del pueblo, de la fiesta y la algarabía. Sin embargo, así como se ponen de acuerdo en el discurso y en el objetivo de la carranga, las opiniones están muy divididas en los límites. 

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Serrano señala que “hay personas que dicen que son músicos campesinos y no son carrangueros, porque creo que sienten que Velosa se ha llevado mucho protagonismo, entonces hay cierto recelo”. 

 

Sin embargo, esta misma indecisión dificulta que el género se constituya como uno solo sin importar las vertientes que pueda tener. Para el Tocayo Vargas, la mejor forma de que se preserve este género es “que en el gremio se elimine el odio y el egoísmo”. 

 

“No somos unidos, no hay unión ni unidad o criterio en cuanto a fortalecer el género, nadie piensa en nosotros, sino todos piensan en el yo, y mientras pensemos en el “ yo”, estamos cerrando espacios a las nuevas generaciones. Debemos estar preparados para hacer los relevos generacionales, que los jóvenes sean los que más adelante lleven los instrumentos, ellos son los llamados a tomar el lugar”, concluye el músico santandereano. 

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Feria de Boyacá, Corferias. Fotografía: propia

No tomar acciones para que la Carranga se conserve en el tiempo puede desencadenar el olvido del género o una división en la que todos busquen el mismo fin pero no concuerden a la hora de avanzar dentro de él. 

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Giselle Ramírez, experta en mercadeo musical sostiene que la evolución de un género músical es necesaria para que este sobreviva y explica que a diferencia de lo que muchos piensan la reinvención está bien. 

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Ramírez sugiere que debido a las dinámicas comerciales actuales en el mercado de la música, un género como la carranga que no se adapte a la nueva demanda musical no va a tener salida en el mercado. “Ahorita pasa algo con la música y es que en años anteriores había una variedad de sonidos expuestos de manera comercial; teníamos salsa, merengue, los inicios del reggaetón. Ahora estamos viviendo una época bastante compleja en la que solo se consume reggaetón”.
 

Giselle Ramírez hablando sobre la preservación de la música. Foto: Propia
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Presentación del Tocayo Vargas. Facebook: @eltocayovargas

Puede que la Carranga no sea vista como parte del patrimonio cultural inmaterial de Colombia por parte del Gobierno Nacional. Sin embargo, es por medio de este ritmo particular que miles de colombianos se identifican con su tierra y su herencia para ser capaces de luchar cada día por lo que es suyo.

 

Sin importar si la música se sigue haciendo al pie de la letra con las instrucciones que dejó Velosa o si explora en nuevos ritmos para mantenerse a flote en medio del mercado musical actual, la Carranga debe preservarse como lo que es: guitarra, tiple, requinto, guacharaca, y un profundo orgullo por el ser campesino.
 

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Así fue hecho Carranga: música, ruanas y patrimonio
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