top of page

Bautizada por el maestro Jorge Velosa y abrazada por los campesinos que desde el primer acorde se sintieron identificados, la música carranguera se volvió la voz de todo un pueblo que quería ser escuchado. 

 

Sin embargo, como señala Jorge Mario Vinasco, musicólogo y actual tiplista de la agrupación carranguera ‘Los Rolling Ruanas’, la música ha tenido una constante evolución, y esto mismo ocurrió con este género. 

 

Mucho antes de que se le pusiera nombre, los campesinos ya tenían su propia expresión artística.

José Fernando Rivas, guitarrista de los Carrangueros de Ráquira, hablando sobre el nombre de la carranga. Video: Realización propia.

Claudia Serrano, socióloga experta en carranga, señala que tiempo atrás, cuando en el campo era escaso hasta el acceso a la radio, el refugio de los campesinos era la música. “Cada campesino tenía en su casa un instrumento y hacían música elemental, es algo que ya casi no se ve”, señala Serrano. 

 

Tenían su propia música que por un momento fue ajena al contenido de los medios de comunicación, pero que aún así tenía influencia de la herencia de antepasados y ritmos de otras regiones que se fueron formando incluso desde antes de la colonización. 

 

La Mezcla Campesina

 

Egberto Bermúdez señala en su libro ‘Música indígena colombiana’ que mucho antes de que llegaran los españoles a tierras colombianas, los indígenas tenían su música autóctona que era usada como medio de comunicación, la cual se fundamentaba más que todo en la percusión y sonidos realizados con cueros y huesos de animales.

 

Luego de esto aparecieron los colonizadores y trajeron consigo sus propias tradiciones, pensamientos y culturas, que le ‘enseñaron’ a los nativos y con el tiempo se fueron fusionando hasta dar como resultado una tradición colombiana propia. 

 

Dentro de ese recorrido colonizador los nuevos ritmos e instrumentos fueron tomándose las diferentes regiones del país creando nuevos géneros y músicas que poco a poco se volverían tradicionales como la cumbia, el currulao, el pasillo o el bambuco.

 

Vinasco señala que el bambuco, que sería la base de la mayoría de los ritmos tradicionales colombianos, fue de origen negro y contaba con elementos fuertes de percusión. Luego, poco a poco, como muchos otros ritmos fue migrando a las regiones del centro del país. 

 

Cuando llegó a la capital con toda esa percusión, las personas, que estaban acostumbradas a los ritmos de salón y los violines empezaron a quitarle la percusión y se creó otro tipo de bambuco”, añade el tiplista. 

 

Este bambuco que tenía más que todo instrumentos de cuerda se fue expandiendo hasta la zona rural del altiplano cundiboyacense acompañado de otros ritmos como el paseo vallenato, reconocido hoy en día a nivel nacional e internacional; el torbellino; la guabina, y como había pasado antes, sus receptores, los campesinos, empezaron a apropiarse del género y hacerlo suyo. 

 

 “Teníamos acá las guitarras, los requintos, los tiples y se empieza a hablar de música campesina”, señala Vinasco.

Jorge Mario Vinasco, musicólogo y  tiplista de los Rolling Ruanas, hablando sobre la historia de la música carranguera. Foto: Realización propia

José Fernando Rivas, guitarrista de los carrangueros de Ráquira desde hace 25 años, señala que antes de la carranga se escuchaba el merengue campesino, el cual consistiría en una mezcla de todos los ritmos que como indica Vinasco, fueron llegando a la zona y que con el paso del tiempo se volvieron algo propio de la región. 

 

El merengue campesino, viene de los merengues de Guillermo Buitrago, de los vallenatos, de la música de la costa, y adaptaron música de las otras regiones  a su manera de tocar. Entonces ellos escuchaban el merengue y lo surrunguiaban (tocar el instrumento musical sin tener mucho conocimiento), porque la radio influyó mucho en lo que ellos escuchaban”, señala Rivas. 

 

Siendo así, luego de esta afluencia cultural y la llegada de algunos medios de comunicación, los campesinos del país, en especial de la zona cundiboyacense,  empezaron a tener una expresión cultural propia que los acompañaba en sus labores del campo. 

 

Luis Alberto Aljure Lis, músico carranguero y actual tiplista de la agrupación ‘los del pueblo’,explica que fue Velosa quien en su momento se encargó de unificar todos estos ritmos hasta llegar a lo que hoy conocemos como música carranguera.

 

Aljure Lis tuvo relación con la música desde muy pequeño, pues cuenta que sus padres, Don Pepe Aljure y Doña Virginia Lis, lo criaron al son de los boleros. La carranga surgió como una mezcla de todas esas expresiones musicales que habían construido los campesinos de la época.

Luis Alberto Aljure Lis, músico carranguero de la agrupación ‘los del pueblo’ hablando el origen de la carranga. Video: Realización propia.

El nuevo significado

​

Además del género, que fue el resultado de una mezcla de varios ritmos que llegaron al campo colombiano, la palabra carranga también tuvo su propia transformación.

​

Al principio, mucho antes de que se le atribuyera a la creación de Velosa, carranga era un animal que había muerto por motivos varios y carranguero,aquel que comercializaba su carne en el mercado.

 

“La carranga que hacía Velosa en esa época, como parte de una rebeldía juvenil golpeó a la gente, decían “uy, pero carranguero, qué nombre tan raro para un grupo musical”, recuerda Rivas, un carranguero oriundo de Bogotá.

​​​

Luego, cuando Jorge Velosa y su grupo ‘Los carrangueros de Ráquira’ empezaron a sonar en el campo colombiano, la palabra fue cambiando su connotación. 

 

Velosa logró que una palabra como carranga que significaba algo feo como lo es la muerte se volviera algo tan lindo como la música, logró sacar vida de la muerte”, señala Aljure Lis. 

 

Con el tiempo ese género, que había nacido desde el verdor del campo, las cosechas y el campesino, empezó a migrar a la ciudad. Serrano señala que la carranga se fue convirtiendo en la memoria de unos pueblos que tocaban el tiple, el requinto, la guabina, el bambuco y los merengues campesinos.  

​

Para la socióloga Claudia Serrano, seis elementos previamente expresados por el maestro Velosa hacen que la carranga se convierta en género.

Los seis componentes de un género musical. Fuente: Claudia Serrano, socióloga experta en carranga Elementos gráficos: Realización propia.

Este género, que tenía en sus raíces una mezcla de diferentes expresiones campesinas, se fue consolidando con elementos propios, especialmente dentro de un discurso “netamente carranguero”, como señala Aljure Lis, quien en su momento fue tiplista de Velosa. “Yo le dijo a Velosa que él no solo creó un género, sino que creó una forma de pensar”, añade el músico.

 

La música carranguera, expresión viva del campesino y ritmo insignia de los boyacenses, le canta al pueblo, al campo, a la vida y al amor, una premisa en la que coinciden sus hacedores, bailadores y oyentes, la cual, sería el elemento principal del discurso al que se refiere Aljure Lis.  

 

Con el tiempo una palabra que durante años se mantuvo aislada del concepto final logró traducirse en este género musical capaz de cobijar la idiosincrasia del campesino, dándole una voz con la que narraba sus vivencias, el sabor y sinsabor del campo, al ritmo de la sinceridad. Una expresión que logró expandirse más allá de sus raíces en los territorios de Boyacá y Santander para tomarse otras zonas del país. Una nueva colonización musical en la que el campo le recordaba a la ciudad su pasado campesino.

 

Como menciona Claudia Serrano en su libro Imaginando Musiquita con un país, la Carranga adoptó la forma de vivir de los campesinos, para luego adentrarse en ella. “En la reunión, el baile, la fiesta, la juerga, la jurrusca, se gestan relaciones sociales, se distraen las tensiones, se consiguen amigos, amores y momentos que permanecen en la memoria. El disfrute del baile carranguero se vivencia en lo urbano y lo rural; jóvenes, adultos y ancianos, aprenden y rememoran a modo de terapia social la tradición festiva y representación de la realidad propia del campesino andino”.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continúe leyendo: 
La carranga no ha muerto
bottom of page